domingo, 22 de febrero de 2009

NOEMI...


Noemí

La puerta con su baranda de bronce, su gran vidrio rectangular, alto,
Su marco de madera, se abrió como un telón
descubriéndome las
mesas con gente frente a un café, una gaseosa...
Todos rostros
Desconocidos.
Cada uno un misterio.
Alguno me mira. Nos soy quien espera.
Colores: rosas, caramelos:
Vitrina, más colores: cremas amarillas,
Blancas. Masas rojas, marrones...
Tortas dibujadas con guindas bordo
. Duraznos ámbar.
Luces tenues de una tarde luminosa y tibia.
Busco la mesa: esa de
cara a Corrientes y de lado a Montevideo.
Llegan las voces: frente a mí una pareja.
Atrás dos mujeres
Esperando la hora del teatro.
Siempre llego primero,
me encanta verte llegar por Montevideo con
tu paso seguro, tu aire de Buenos Aires en tu andar.
Mujer de Buenos Aires, inconfundible. Gigante encerrado en un
Cuerpo pequeño, fuerte.
Camisa verde casi amarillo,
casi sol mezclado entre los porteños.
Cuántos encuentros, recuerdos, confesiones:
Dos mujeres tan diferentes
Casi iguales, hermanas en la palabra.
Tenemos la misma raíz,
dimos distintos frutos...
Cruzás Corrientes,
de tu mano llegan
Picasso,
Matisse,
Suárez,
Gorriarena...
Capote,
Proust,
King,
Vargas Llosa...
Me descubrís,
tu sonrisa me hace sentir el globo rojo de un pibe.
Tu saludo: Hola Bichita, cómo estás?!
Y después la palabra.

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